viernes, 28 de mayo de 2010

Divina sorpresa!


Ayer, antes de salir hacia el trabajo, decidí dejar algunas cosas en casa para no llevar tanto peso en mi bolso. Entonces dejé sobre la mesa del comedor mi agenda diaria, donde anoto lo que debo presentar o llevar a cabo, para no olvidar.
Por la tarde, al regresar a casa, encuentro mi agenda en el mismo lugar donde la había dejado, y antes de irme a dormir, decidí guardarla en el bolso, ya que me haría falta al día siguiente.
Esta mañana, a eso de las 8.40 am, abro sobre mi escritorio la agenda, y tomo un marcador para marcar lo ya realizado. Pero al abrir en el día de jueves 27 de mayo , me encuentro un mensaje escrito con lapicera negra, que decía:
"¿Le podés decir a MI NOVIA que LA AMO?...", acompañado por su firma.
Y fue el preciso instante en el que quise agarrar mis cosas e ir a buscarlo, para darle un beeeeso y no soltarlo en todo el día!

1 comentario:

  1. ¡diossssssssssssssssssssssss! puede ser mas dulce!
    me hiper alegro...
    que linda anecdota para un dia de lluvia...

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